lunes, 2 de enero de 2012

HMS Hermes


La Primera Guerra Mundial había demostrado la valía de los portaaviones, aunque todavía el amo de los mares era el acorazado. Sin embargo, el uso de aeronaves embarcadas para misiones de observación y bombardeo había comenzado a cambiar la concepción de la guerra marítuma. Fueron los británicos quienes tomaron la iniciativa de diseñar y construir un portaaviones propiamente dicho. La orden fue expedida en julio de 1917 y, si bien no estuvo listo a tiempo para tomar parte en la contienda para la que fue ordenado, sí vería acción en la Segunda Guerra Mundial. Este portaaviones fue el HMS Hermes.

El portaaviones británico HMS Hermes fue, como se ha dicho, el primero en ser diseñado específicamente como portaaviones; fue botado en 1919, aunque tardó un poco más en entrar en servicio, hasta 1923, dejando el honor de ser el primer portaaviones 'original' en entrar en servicio al japonés IJN Hosho.


Antes del Hermes, la Royal Navy ya había construido portaaviones modificando buques destinados a otros propósitos (HMS Furious, HMS Glorious y HMS Courageous fueron cruceros de batalla; HMS Argus fue construido como buque de pasajeros). La experiencia en las operaciones de estas naves fue aprovechada en el diseño del HMS Hermes.

Características

El HMS Hermes tenía 182 metros de eslora y 21.4 metros de manga. Su casco estaba basado en el de un crucero y tenía una cintura acorazada de 76 mm (51  - 38 en los extremos del buque). La pista de aterrizaje tenía un blindaje de 25 mm y tenía una pequeña inclinación hacia abajo en popa, para facilitar el aterrizaje de los aviones. Para autodefensa, el portaaviones tenía seis cañones de 140 mm y su defensa antiaérea estaba conformada por tres cañones de 102 mm, seis de 20 mm y ocho ametralladoras de 12,7 mm.

La isla del portaaviones se ubicaba a estribor (o sea, a la derecha) del buque, coronada por  un macizo palo trípode y la chimenea. La ubicación de la isla responde a una lógica sencilla: los aviones de la época giraban las hélices en el sentido de las agujas del reloj; en consecuencia, debido al par de torsión los aviones tendían a desviarse a la izquierda. Por tanto, había que evitar en lo posible los obstáculos a ese lado de la pista de aterrizaje.

El HMS Hermes despalazaba casi 13,000 toneladas a plena carga a una velocidad máxima de 25 nudos.Su  tripulación estaba constituída por unos 740 hombres, y su dotación aérea podía alcanzar un máximo de 20 aeronaves.



Vista de la popa del HMs Hermes


Servicio

El Hermes fue comicionado en 1923. Luego de sus pruebas de mar, fue enviado a la Flota Metropolitana y, luego, a la Flota del Mediterráneo; sin embargo, la mayor parte de su vida operativa se llevó a cabo en el extremo oriente.
Quizá Honolulú, 1924

Yantai, China, quizá 1931
Foto de 1938

Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, el HMS Hermes ya se encontraba en reserva. Fue llamado nuevamente al servicio y se le dotó con 12 aeronaves Swordfish para cumplir tareas de lucha antisubmarina en el Atlántico; fue destacado luego a Etiopía y tomó parte en el ataque a Dakar.


Con la entrada de Japón a la guerra, fue destacado al extremo oriente, cuya base se hallaba en Trincomalee, actual Sri Lanka, en 1942, donde hallaría su final.


Hundimiento

El 5 de abril de 1942, la parte de la Flota Británica fondeada en la base naval de Colombo, actual Sri Lanka, fue atacada por una enorme fuerza de aviones embarcados japoneses (125 aviones, divididos así: 36 Aichi D3A2, 53 Nakajima B5N2 y 36 cazas Zero de escolta). El crucero HMS Hector y el desctructor HMS Tenedos fueron hundidos en puerto; también el HMS Cornwall y HMS Dorsetshire, descubiertos a unas 200 millas al suroeste de Ceilán fueron enviados a pique.

El HMS Hermes se encontraba fondeado en Trincomalee, en el lado oriental de la isla. Los británicos ya esperaban el ataque a este puerto, por lo que el portaaviones recibió la orden de abandonar la rada y navegar al sur por la línea de la costa, zarpando sin dotación aérea junto a los destructores HMS Vampire y HMS Hollyhock el 8 de abril, justo a tiempo para evitar el bombardero que tuvo lugar el 9, pero con tan mala suerte que fueron avistados por un avión de búsqueda japonés frente a Batticaloa. El mando británico interceptó el mansaje que daba cuenta del hallazago y ordenó al Hermes y su escolta regresar a toda marcha a Trincomalee para estar bajo la cobertura de los cazas de la RAF, pero los japoneses lanzaron una segunda oleada de 85 bombarderos Aichi D3A escoltados por 9 cazas Mitsubishi A6M Zero, que dieron cuenta rápidamente del grupo (el Hermes navegaba sin dotación aérea), llevándose más de 300 hombres con él. Seis cazas Farey Fulmar II fueron enviados a defender al portaaviones, pero nada pudieron hacer contra la abrumadora fuerza japonesa.



El HMS Hermes se encuentra a unos 50-54 metros de profundidad frente a Batticaloa.